Actualizado: 19. de mayo 2010, 08:00 / 27.07.06 / 22.06.04 / 27.12.03 / 06.09.03 (última modificación en cursiva)
La sociedad ciudadana y liberal
Toda acción política, sobre todo la crítica mordaz a la situación de nuestra
democracia, exige una base filosófica concluyente; en caso contrario “la política” degeneraría a lo arbitrario. Esta idea debe aplicarse por supuesto también al
liberalismo político. Con los “10 principios” de la sociedad liberal cívica descriptos se muestra que una filosofía política, concerniente a los los valores
políticos, se puede describir sucinta-, y a su vez completamente. El lenguaje sintetizado no será eventualmente de preferencia de cada uno, sin embargo el
desarollo de estos “10 principios” que ha comenzado en 1996 no termina hoy por supuesto.
Tiene, Ud. lector, alguna sugerencia? Su opinión será cuidadosamente considerada si se dirige Ud. al autor bajo fdp@dr-trier.de
Si bien este texto cuenta con beneplácito, debe agregarse de que no es moción aprobada por una convención del Partido Liberal Alemán.
1. Ante todo libertad
El sentido de la vida en sociedad es preservar la libertad y posibilitar la prosperidad. La libertad de cada persona debe ser
compatible con la libertad de toda otra persona actual y futura. El compromiso entre la libertad individual y la del prójimo está acordado en el contrato social, es decir, el ordenamiento jurídico.
2. El fundamento son los derechos humanos
La dignidad de todos los miembros de la sociedad exige la promoción de Derechos Humanos mundialmente respetados. La
sociedad mundial en desarrollo ha de ser libre de violencia. Para ello se requiere un ordenamiento político basado en el conscenso y en la Declaración Universal de los Derechos Humanos.
La propiedad privada y la participación democrática, discutidas y restringidas durante el siglo XX, forman parte de la esencia del concepto liberal de libertad.
3. El Estado protector es la base del Bien Público
La totalidad de los ciudadanos organiza un Estado con la finalidad de proteger los Derechos individuales. Pero la libertad exige
funciones y normas estatales estrictamente restringidas. El sin número de leyes intransparentes cementa privilegios a unos pocos, mientras que pocas leyes debidamente respetadas liberan al total de la sociedad.
Las funciones de las instituciones estatales son mantenidas conceptual- y financieramente de acuerdo con su capacidad individual por todos los miembros de la sociedad.
En un mundo cada vez mejor comunicado y más estrecho deben ser reforzadas con alta prioridad tanto a nivel regional como global
las instituciones protectoras del derecho. Tal herencia corresponde a generaciones venideras.
4. La dignidad del ser responsable
Los hombres (individuos) desean libertad y autoresponsabilidad en lugar de gobiernos benefactores que generen súbditos
dependientes con mentalidad de alimentados. La motivación de todo accionar no es la sumisión pagada sino la autonomía individual. El deseo de libertad se desenvuelve a través del emprendiento, del ahorro y del consumo.
Todo actuar en el marco de asociaciones, empresas y corporaciones públicas autoresponsables y libres fortalece al conjunto de las relaciones sociales.
5. Afiliarse en pos de los mútiples aspectos del fairplay social
La autogestión y la performance del individuo se despliegan cuando sus oportunidades están fundadas en el principio de la
libertad. A este efecto los accesos equitativos a la cultura, la formación de alto nivel, las posiciones en todos los estratos de la sociedad y una ayuda individual que asegure las condiciones socio
-económicas para el goze integral de cada vez más libertad son irrenunciables. El trabajo remunerado abre las posibilidades de desenvolvimiento; pero un ingreso equitativo sólo es resultado de
rendimiento personal. Todo derecho está condicionados al cumplimiento de obligaciones, como por ejemplo contribuir al mantenimiento del contrato social.
6. Asegurar la vigencia de un ambiente de competitividad
Una política de ordenamiento orientada al mercado, caracteriza y define a la sociedad equitativa. Sólo en los mercados reina la
competencia; ésto sintetiza eficiencia económica y libertad. En el mercado mundialmente abierto prosperan las economías eficientes con la mejor provisión posible de bienes. La competencia pacífica
en torno a ideas, servicios y bienes producen renovación y reforma permanente. Sólo el principio de la competencia es apropiado para contener sin coacción en todo ámbito social las tendencias de
cartelización y los desacoplamientos no justificados entre el trabajo y el benificio. El Parlamento, la Justicia y el Gobierno se abocan a crear y mantener las condiciones para el funcionamiento de los mercados.
7. Optimizar la subsidariedad en pos de más libertad
Desde la época del esclarecimiento la participación ciudadana ha sido el sentido del ideal de la democracia representativa.
Parlamentos cercanos a la voluntad popular están a cargo de las decisiones políticas. Las instituciones estatales de rango superior solo actúan de acuerdo a reglamentos (concretos, generales o
específicos) y a pedido de los ciudadanos o parlamentos cuando la autogestión bajo responsabilidad individual, las familias, las asociaciones, las empresas o las federaciones no cumplan las
demandas sociales o cuando la vigencia de los Derechos Humanos estén cuestionados.
8. Domar el estado productor en la sociedad civil
La Corporaciones administrativas como las comunas, las regiones, los estados federales y nacionales compiten en calidad der actores
de mercado por obtener la aprobación de los ciudadanos que deseen habitar en ellos. Los productores de bienes financiados públicamente son supervigilados por el parlamento que
corresponda. Tales productores se constituyen según las normas de toda empresa particular; tienen las mismas obligaciones y los mismos derechos de toda otra entidad que ofrece bienes y servicios a los mercados.
9. El desarrollo sostenido
El hombre actua con responsabilidad, en cuanto conserve las condiciones de vida para las generaciones venideras; la previsión
ambiental es obligación del presente. Los ordenamientos jurídicos a nivel local, regional e internacional, a los cuales están sujetos los ciudadanos, las empresas y los entes estatales determinan de
acuerdo al principio de causa-efecto y las leyes de mercado la explotación de los recursos naturales. La promoción de un desarrollo sostenible es el principio básico de la ayuda al desarrollo europea.
10. La sociedad abierta
La libertad cultural, espiritual y económica es incompatible con las ideologías, dogmatismo o el tutelamiento. No existe respuesta
alguna sobre el destino de la historia. La sociedad abierta ofrece y alienta la autodeterminación del hombre, el pluralismo de opiniones, de estilos de vida y de culturas. Los liberales reforman el contrato
social buscando el consenso en lugar de actuaciones de sabelotodo. La tolerancia por respeto al pluralismo previene contra el tutelamiento y caracteriza en combinación con las igualdad de
posibilidades para todos a la sociedad abierta de ciudadanos libres.
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Este artículo comprende una descripción completa del liberalismo, pero el tema no queda agotado con éste. Poco a poco se irán agregando otros artículos a la
version española de El Diario Liberal.
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